Se trata de uno de los compañeros casi inseparables del Champú. Y no es extraño si nos remitimos a las ventajas del acondicionar para nuestro cabello: lo mantiene hidratado, aporta suavidad y facilita el peinado, produce brillo, ayuda a la manejabilidad en mojado y seco, previene la rotura del cabello, las puntas abiertas y otros daños y, además, al hidratar el cabello, contribuye a reducir la electricidad estática. Podríamos decir que el acondicionador es al cabello lo que la crema hidratante a la piel. Por ello, dependiendo de las características del mismo, se deberá usar en mayor o menor medida. Como normal general, se puede decir que no hay problemas en usarlo tras cada lavado, pero depende sobre todo el estado del cabello.

