La miel es un regalo de las abejas que dista mucho de ser un sabor bonito y hueco, como tantos que conocemos. Las abejas almacenan para ellas lo mejor de las flores: en el néctar se concentran los azúcares, aminoácidos y minerales más importantes de las plantas. Nutricionalmente hablando, el resultado de este proceso es asombroso.
Diferentes estudios realizados en ratas y humanos han demostrado que la miel baja la presión arterial. No obstante, sus resultados al respecto son bastante modestos, y no hay que descuidar otras fuentes de antioxidantes, así como el ejercicio realizado de manera regular.